jueves, 21 de junio de 2012

Cuando me faltas, echada Sobre el olor que tu cuerpo Imprime en las sábanas Que horas antes nos cubrieron Y tu falta me concede esa pegajosa Y fantástica hambruna Que siempre me conceden Tus presencias o distancias, Entonces tu aroma -El recuerdo de tu cuerpo- Me obliga, me somete, me condena, Y mi cuerpo desnudo se estremece Deslizándose lentamente Y lentamente enloqueciendo, Imitándome como cuando sobre ti Mi desnudez te alcanza Y te doblega y te concede, Y me retuerzo como eses de una sierpe, Rodeándome a mí misma, Deseándote, transformándote Incesante en ese aroma Que ahora respiro Y que me inunda Y te transforma en mi interior, Tomando mi propia forma, Mi propia ansia, Tu nueva compartida propia patria, Y te deseo como nunca jamás Hubiese podido desearte Aún teniéndote. Y mi lengua recorre entonces Las sábanas, dibujando así Sobre la memoria de tu cuerpo El presente de tu ausencia. Y sí, en ese entonces, No lo niego, El arquearse de mi espalda Resulta definitivamente Lo mejor de mi argumento... Previo siempre a tu regreso A mí y tus sustentos.

3 comentarios:

  1. SUPONGO QUE ES UN POEMA PRESENTADO EN PROSA Y TE DIGO QUE ES MUY BONITO

    BESOS PERLADOS

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  2. Buen blog, leyendo tus letras casi de puede tocar como real la persona que existe detrás y comunica al mundo su piel. Saludos.

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