Anoche me acosté con un hombre y su sombra.
Las constelaciones nada saben del caso.
Sus besos eran balas que yo enseñé a volar.
Hubo un paro cardíaco.
El joven
nadaba como las olas.
Era tétrico,
suave,
me dio con un martillito en las articulaciones.
Vivimos ese rato de selva,
esa salud colérica
con que nos mata el hambre de otro cuerpo.
Anoche tuve un náufrago en la cama.
Me profanó el maldito.
Envuelto en dios y en sábana
nunca pidió permiso.
Todavía su rayo lasser me traspasa.
Hablábamos del cosmos y de iconografía,
pero todo vino abajo
cuando me dio el santo y seña.
Hoy encontré esa mancha en el lecho,
tan honda
que me puse a pensar gravemente:
la vida cabe en una gota.
Carilda Oliver Labra (Matanzas, Cuba 1924)
La vida cabe en una gota que recorre su camino muy deprisa y de manera intensa,
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Te deseo que, en este año que comienza, todos los días sean como las inquietas y alegres burbujas de cava que parecen jugar en el seno de una copa; que su aromático bouquet acaricie nuestro paladar mientras brindamos junto a las personas que nos deleitan con su cariño y compañía.
Mi brindis te acompaña.
Feliz Navidad.
Besos.
Lunna.
...santo y seña...bonitas palabras...un beso desde Murcia...
ResponderEliminarPecas de vicio!!!
ResponderEliminarBesos
Agradezco a los tres vuestros lindos comentarios, besos.Alex
ResponderEliminarUn texto breve pero lleno de vida, dificil de conseguir, llegué por casualidad y me quedo con tu permiso por convición, buen trabajo !!
ResponderEliminarUn beso !
Te espero en mi blog, besos
ResponderEliminarEn unas gotas de placer y otras de ilusión.
ResponderEliminarBonito poema.
Cariños
mar